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sábado, 17 de noviembre de 2007

Lectura Segunda: Manuel Sacristán

¿Qué es una concepción del mundo?

El esquema de la lectura podría ser este:

Concepción del Mundo --------- Ideología ---------- Conocimiento

Una concepción de mundo no es otra cosa que una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto, se trata de ver casi como hechos de la naturaleza particularidades de las relaciones entre hombres.

La consciencia de la vida cotidiana puede interpretarse en términos de principios o creencias muchas veces implícitas, inconscientes en el sujeto que obra o reacciona. Pero esos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive, y esa cultura contiene un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida.
La parte contemplativa o teórica de la concepción del mundo está íntimamente relacionada con la parte práctica.

Para el estudio de las relaciones entre concepción del mundo y ciencia positiva basta con atender a los aspectos formales de ambas.

Las concepciones del mundo suelen presentar una creencia religiosa-moral y un sistema filosófico muy concentrados y conscientes. La filosofía sistemática, al ver cómo las ciencias positivas le ganaban terreno, pretendió establecer un repertorio de verdades superiores a toda ciencia. En este caso la concepción del mundo quiere ser un saber con la misma positividad que el de la ciencia.

La principal causa por la cual la pretensión filosófica sistemática fracasa es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Este es un conocimiento que se caracteriza por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas; rasgos de los que carece la vieja filosofía sistemática.

El que las concepciones del mundo carezcan del conocimiento positivo es necesario, puesto que éstas contienen afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos del conocimiento positivo (la verificación o falsación empíricas y la argumentación). Esto no quiere decir que el conocimiento positivo no aborde una determinada concepción del mundo más que otra.

Estos rasgos plantean la relación entre concepción del mundo y conocimiento científico-positivo. Una concepción del mundo que tome a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra por detrás de la investigación positiva, independientemente de que la ideología dominante en la sociedad haga profesar al científico.

Concepción marxista del mundo

La llamada “concepción materialista y dialéctica del mundo” se caracteriza por el deseo de terminar con la obcecación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Es una concepción del mundo explícita.

Un segundo rasgo de la concepción marxista es que ésta no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. Para Engels, el nuevo materialismo es una concepción del mundo que tiene que sostenerse en las ciencias reales, quedando en ella superada la filosofía (tanto superada como preservada).
Esta formulación de Engels supone la concepción de la filosofía no como un sistema superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico.

Puesto que su punto de partida y de llegada es la “ciencia real”, esta concepción del mundo quiere explicitar la motivación de la ciencia misma, a la que llama Inmanentismo.

El materialismo es lo primero en el marxismo (incluso históricamente), pero no es el único principio de la concepción marxista del mundo. El otro principio es la dialéctica, que se inspira en las limitaciones del conocimiento científico-positivo.

La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva.
Este análisis supone la reducción de fenómenos complejos a nociones más elementales y homogéneas desprovistas de connotaciones cualitativas, lo que permite adentrarse material y eficazmente en la realidad porque posibilita el planteamiento de preguntas muy exactas.

Por otra parte el análisis reductivo posibilita a la larga la formación de conceptos mas adecuados. Además la reducción hace que, con este conocimiento, se pierda una parte de lo concreto: la parte decisiva para la individualización de los objetos.

La tarea de una dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. El análisis marxista se propone entender la individual situación concreta (pensamiento dialéctico) sin postular más componentes de la misma que los resultantes de la abstracción y el análisis reductivo científicos.

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